viernes, 26 de octubre de 2012

2x01 Sigue lloviendo sobre mi cabeza

Para ser buen cirujano hay que pensar como un cirujano, las emociones perturban, hay que tragárselas y entrar en una sala estéril donde el procedimiento es muy simple: cortar, suturar y cerrar.
A veces te enfrentas a una herida que no cicatriza, una herida a la que se le saltan los puntos.

Dicen que la práctica conduce a la perfección, en teoría cuanto más pienses como un cirujano, más cirujano serás. Cuanto mejor se te de ser neutral, clínico: cortar, suturar, cerrar... más difícil te será cambiar el chip, dejar de pensar como un cirujano y recordar lo que se siente cuando piensas como un ser humano...



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